Puede que aún no lo sepas, pero contar con un filtro de carbón activo en la cocina es todo un acierto para tu comodidad e incluso tu salud. Su gran utilidad lo ha convertido en algo imprescindible en muchos hogares que ya han dado el paso, aunque antes se han informado sobre sus utilidades, tal y como tú estás haciendo ahora.

Si quieres saber qué es exactamente, cuáles son sus usos y qué ventajas aportará en tu vida, en este artículo te lo contamos todo.

Filtro de carbón activado

¿Qué es el filtro de carbón activo?

El filtro de carbón activo es el purificador más empleado en las cocinas. Está fabricado con un tipo de carbón poroso que retiene de manera eficaz los compuestos orgánicos presentes en gases y líquidos. Actúa a modo de tamiz separando las moléculas más pesadas del agua y el aire, dejando pasar solo las partículas más puras.

Al hablar de material poroso nos referimos a que los poros presentan un tamaño inferior a los dos nanómetros (inapreciables a simple vista). Esto hace que sean extremadamente eficientes en los procesos de adsorción, puesto que los contaminantes que se encuentran en estado gaseoso tienen un diámetro molecular menor a los 2 nm.

El carbón vegetal activo (como el de cáscara de coco) es el que mayor microporosidad presenta, de ahí que sea uno de los más empleados en la purificación del aire.

Filtro de carbón activo usos

Principales usos del filtro activo para aire

Son filtros que se utilizan en distintos ámbitos para separar las moléculas nocivas de líquidos y gases, como la medicina o la química (como purificante de la glicerina o como refinador de azúcar). También es habitual utilizarlo en máscaras antigás, filtros de vehículos o como purificador de agua.

No obstante, nos centraremos en su papel cotidiano de colador para partículas presentes en el aire del hogar y especialmente en la cocina.

El filtro de carbón activo para aire está diseñado para ser incorporado en equipos con sistemas de recirculación que no necesitan ningún tipo de canalización. Es el caso de las campanas extractoras de recirculación, es decir, aquellas instaladas en una cocina que no cuenta con salida de humos.

Estas campanas absorben el aire, lo purifican a través de un filtro de carbón activo y lo devuelven a la estancia libre de grasa y olores. Todo el proceso de limpieza del aire se produce en el interior de la propia campana.

Los filtros de Falmec se adaptan perfectamente al diámetro de tu campana extractora gracias a su variedad de formas (tanto cuadrada como redonda) y medidas. Con estos filtros antiolor mantendrás un ambiente más fresco y saludable en la cocina.

Filtro de carbón activo dónde comprarlo

Ventajas del filtro de carbón activo

Además de su evidente papel purificador y de eliminación de olores, su presencia en las campanas extractoras, antes comentadas, aporta una ventaja añadida: ya no tendrás que encuadrar obligatoriamente la campana en el espacio más cercano al conducto de ventilación. Al no resultar necesario para el correcto funcionamiento de la misma, podrás instalarla en cualquier parte de la cocina, como la encimera, la isla, etc.

Otra de sus grandes ventajas es su enorme rentabilidad. ¡Un filtro puede llegar a durar hasta 10 años sin ningún tipo de problema con un cuidado adecuado!

Y es que, además, el mantenimiento del filtro de carbón activo es tremendamente sencillo. Para limpiarlo solo necesitarás meterlo en el horno a una temperatura de 200 ºC. Es conveniente que este proceso lo realices cada 4 meses aproximadamente, ya que el uso diario hace que se vaya desgastando poco a poco.

Los beneficios del filtro de carbón activo no te dejarán indiferente. Mantener un espacio doméstico limpio y libre de olores es ya una realidad.

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